En el puesto de esta señora, en el parque de Agua Branca en São Paulo, podemos pedir un agua de coco. Ella cogerá un fruto y, manejando con fuerza y habilidad un gran cuchillo, abrirá un agujero en uno de sus extremos. Después introducirá una pajita y nos lo entregará con una bonita sonrisa. Así podremos disfrutar de una refrescante y nutritiva agua de coco, bebida muy popular en Brasil.
Los cocos son el fruto de los cocoteros, un tipo de palmera común en regiones tropicales. Si se recolectan antes de su maduración, cuando su piel todavía es verde, su interior está lleno de un líquido transparente conocido como “agua de coco”, que además de refrescar y calmar la sed, aporta vitaminas, sales minerales, y una larga lista de sustancias beneficiosas para el organismo. Dicen en Brasil que un ser humano podría resistir varios días a base de esta bebida.